sábado, 18 de julio de 2009

Formación de la población venezolana


La población precolombina

Al arribo de Colón a lo que hoy se conoce como América, el continente meridional estaba poblado por los siguientes grupos étnicos-culturales mayores, Siso (1939):

Chibchas o Muiscas ubicados en el área norte de los Andes y sus valles intermedios alcanzando los Andes venezolanos y parte del piedemonte. Poseían una civilización sedentaria formada alrededor de una religión, sistema político y económico. Los Barí son los únicos supervivientes de este grupo, al cual pertenecían los Timoto-cuicas.

Araucas o Arahuacos que controlaron las planicies de las cuencas del Amazonas y Orinoco al este de la cordillera andina, al momento de la llegada de Colón coexistían en guerra con los Caribes, eran pueblos nómadas por lo cual su civilización es considerada de subsistencia. Los Wayuu, Piapoco, Paraujano, Warekena, Baré, Baniva y Kurripako pertenecen a esta cultura

Caribes quienes controlaban las costas orientales de Suramérica, desde la desembocadura del Amazonas hasta el Mar de las Antillas y sus costas, internándose tierra adentro por vía fluvial en constante conflicto con los araucas. Al igual que estos, su civilización sedentaria no permitió la consolidación en centros poblados y el consiguente desarrollo socioeconómico. Los Pemón, Kariña, Yekuana, Akawayo, Yavarana, Yukpa y Panare pertenecen a este grupo étnico.

Guaraníes ubicados en la cuenca del Paraná y Paraguay

Quichuas ocuparon los Andes del actual Ecuador, Perú, Bolivia, norte de Chile y sur de Colombia formando uno de los grandes “imperios” conseguidos por los españoles, denominado Inca.

Araucanos en la cuenca del Río de la Plata y hacia el sur

Aymaras en la cuenca del Lago Titicaca.

Mayas en Centroamérica hasta Yucatán

Aztecas en Yucatán y el actual México. Constituían el otro “imperio” conseguido por los españoles, aun cuando hoy se conoce que se había construido recientemente sobre los restos de Mayas y Olmecas.

La repartición y la encomienda

La repartición se inició cuando Cristóbal Colón asignó tierras e indígenas a sus oficiales y soldados como premio a su participación, violando con ello las Capitulaciones de Santa Fe que había firmado con la Reina de Castilla y el Rey de Aragón.

La encomienda es una institución española proveniente del derecho castellano por la cual se le otorgaban a las órdenes caballerescas territorios, inmuebles, rentas o beneficios en pago a sus servicios.

En las Ordenanzas de Burgos (1512), y de Valladolid (1513) bases del derecho indiano, se establece la encomienda para las “Indias” como reconocimiento al esfuerzo del conquistador y como mecanismo de cristianización y “civilización”

Producto de las gestiones del Obispo de Chiapas Fray Bartolomé de Las Casas a favor de los derechos de los naturales, como también se llamaban a los indígenas, se promulgaron las “Leyes nuevas de Valladolid (1542)”, eliminando la encomienda hereditaria, significando esto el alzamiento de Francisco Pizarro en Perú.

El emperador Carlos I (Carlos V de Alemania )modificó en 1545 estas leyes restituyendo la encomienda pero con mayores restricciones que las de las leyes de Burgos. En la realidad, la igualdad jurídica que se otorgaba a los indígenas como súbditos del Rey no fue cumplida en la casi totalidad del “nuevo mundo” desde la Alta California hasta la Patagonia. Esta misma norma legal estableció la figura del “requerimiento” previo a la “reducción” de aquellos indígenas que significaría lo que hoy denominamos genocidio contra las tribus aborígenes del continente americano, equiparable al cometido por los ingleses y norteamericanos contra los indígenas americanos en sus áreas de colonización.

La encomienda fue finalmente abolida en 1771.

Las misiones, pueblos de indios y pueblos de blancos

Institución de la colonia que surgió como respuesta de la iglesia católica al fracaso de la lucha por eliminar las encomiendas en 1545.

La primera misión en Venezuela sería fundada en Píritu durante el año de 1650 por Fray Francisco de Pamplona, monje franciscano, quien había sido previamente Caballero y Almirante y fallecería en Caraballeda.

La misión creaba un “pueblo de indios” designaba un alcalde indio, capataz de los indígenas habitantes; el teniente de justicia india, responsable del orden y la disciplina. Manteniendo con ambos cargos el liderazgo natural de los propios indígenas, el fraile además de sus tareas religiosas y educativas, administraba en nombre de la comunidad indígenas/monjes los bienes comunales tales como el conuco comunal, el hato comunal y el almacén comunal o barbacoa, primeras organizaciones de propiedad comunal o lo que hoy pudieramos definir como socialismo en América. Debe recordarse que la Regla Monástica (San Benito) prohíbe, aun hoy en día, la propiedad de bienes terrenales por cualquier miembro regular de una orden monástica. La legislación española de entonces prohibía a los monjes todo tipo de actividad comercial, por lo cual el rey tuvo que dar una dispensa especial en Agosto de 1702 para comerciar pero reservando la propiedad a los pueblos de indios.

Las misiones prosperaron notablemente causando problemas y fricciones con los encomenderos y autoridades civiles que llegaron a causar diversas rebeliones violentas de indígenas de la etnia caribe en lo que hoy es el Estado Sucre.

Solamente en los llanos, donde la geografía impuso condiciones adversas para el desarrollo de conucos y hatos, fracasaron inicialmente las misiones, apelando los misioneros a “reducir” a los indígenas mediante la creación de “pueblos de blancos” convirtiéndose a los indígenas en siervos de los blancos y opacando el éxito ocurrido con las misiones en otras partes del país. Estos pueblos de blancos constituyeron las bases de la mayoría de las ciudades de los llanos venezolanos.

La esclavitud y la negritud

La esclavitud en América se inició originalmente con esclavos blancos producto de la guerra de la reconquista, hasta que en 1550 se inicia la introducción masiva de esclavos africanos negros, siendo predominante la de estos últimos. Culturalmente los africanos traídos como esclavos provenían de las culturas Yoruba y Bantú, según Siso (1939).

Los bantú tanto del Golfo de Guinea como de Angola fueron traídos hasta mediados del siglo XVIII y los yoruba después de 1800, de acuerdo con Pollack (1972), por lo cual muy pocos llegaron a Venezuela, siendo transportados estos últimos en las islas españolas del Caribe, en especial a Cuba.

Los africanos fueron empleados en América como braceros en las diversas plantaciones en tierras calientes, como servicio domestico y eventualmente como capataces en las haciendas y hatos de los llanos dirigiendo la mano de obra indígena.

El mestizaje

El conquistador español, quien mayoritariamente vino solo, empezó a relacionarse sexualmente desde el primer momento con las mujeres indígenas a través de amancebamientos y matrimonio. Igualmente muchas mujeres blancas capturadas por indígenas produjeron hijos producto de esta relación. A todos estos hijos se les llamó mestizos, muchos de ellos fueron colonizadores y encomenderos a su vez por propio derecho, ejemplo de ello es el margariteño Francisco Fajardo quien incluso llegó a gobernador de una amplia extensión del territorio costero y muchos otros fueron líderes de las diversas reacciones contra el imperio español.

La llegada de los esclavos africanos haría que cambiase esta situación, naciendo los mulatos de la unión entre europeos y africanos.

Con el tiempo, los africanos y los indígenas también se mezclarían denominándose a sus hijos: zambos producto por un lado de vivir juntos en las haciendas de los españoles producto del régimen de encomiendas o del apareamiento de negros cimarrones e indígenas no reducidos en los llanos o de estos con sus capataces negros.

Distribución humana-étnica al momento de la independencia

La mayoría de la población estaba, al igual que hoy, distribuida a lo largo del eje norte-costero, sin embargo la concentración urbana era muy reducida en gran parte por la falta de medios de subsistencia para las clases económicas mas desposeidas.

Los indígenas habitaban aquellas regiones donde aun hoy existen agrupaciones de descendientes de estos. Nos referimos a la Península de la Guajira, Sierra de Perijá, Llanos entre el Apure y el Meta, Mesa de Guanipa, Delta del Orinoco, Bolivar y Amazonas. Según Cunill (1990).

El mestizo dominaba particularmente el Oriente del país, en especial Margarita, la depresión de Unare, la Serranía Coriana y valles cercanos a Barquisimeto, Paraguaná y los Andes.

Los afrodescendientes habitaban las zonas cálidas donde se cultivaban cacao, caña, cocos y otros frutos. En general esto comprende la costa de Mar Caribe, depresión del Lago de Maracaibo, Valles de Aragua, Tuy incluyendo Barlovento y Yaracuy y en la depresión del Golfo de Paria. Había muy pocos en el Oriente, limitados casi exclusivamente al servicio interno de los ricos criollos.

Los mulatos se habían convertido en los comerciantes y artesanos del país, habitando por consiguiente los alrededores de los centros urbanos.

Los zambos poblaban los llanos altos y bajos del país, constituyendo masivamente lo que conocemos como llaneros.

Los siglos XIX y XX

Servirían para eliminar las barreras geoeconómicas que habían definido el poblamiento de la Capitanía General de Venezuela, por un lado la guerra de Independencia que diezmaría la población del país, no solo por la guerra sino por las epidemias de viruela, tuberculosis y malaria, y lo dejaría en un estado total de ruina económica, como no ocurrió en otros países; las diversas guerras caudillescas hasta entrado el siglo XX, con el gobierno del General Juan Vicente Gómez; las migraciones producidas por la industria petrolera y finalmente la inmigración promovida por el General de División Marcos Pérez Jiménez, de artesanos europeos en la década de los años cincuenta del siglo pasado; así como, los emigrantes latinoamericanos llegados producto de problemas económicos en sus naciones.

BIBLIOGRAFÍA
Cunill Grau, Pedro. 1987 Geografía del Poblamiento de Venezuela en el Siglo XIX. Ediciones de la Presidencia de la República. Caracas. Tres Tomos.

Cunill et al. 1997. Los tres primeros siglos de venezuela 1498-1810. Fundación Mendoza, Caracas. 591 pp.

Siso, Carlos. 1939. La formación del pueblo venezolano. Ediciones de la Presidencia de la República, Caracas. Séptima edición, 1986. 470 pp.

Pollak Eltz, Angelina 1972. Procedencia de los esclavos negros traídos a Venezuela. En: Vestigios africanos en la cultura del pueblo Venezolano: Universidad Católica Andrés Bello, Instituto de investigaciones Históricas, Caracas p. 23 – 32. http://www.bnv.bib.ve/ procedencia.htm